SEDUCIR PARA MEJORAR LA LLAMADA
Uno de los primeros aspectos en los que me fije en la educación de los perros africanos, fue la llamada.
Allí los perros van sin correa el 100% del tiempo. Siguen a su propietario y vienen de inmediato cuando se les llama. A pesar de que, aparentemente, no reciben ningún reforzador por hacerlo. Entonces, ¿Porqué acuden tan decididos a la llamada?
Bajo mi punto de vista hay dos aspectos claves a considerar. El acceso ilimitado al entorno y el acceso limitado al guía. ¿A qué me refiero con esto? Vamos a verlo.
Acceso ilimitado al entorno: los perros en Gambia viven en un estado de semi-libertad. Son alimentados por sus famílias pero no tienen ningún tipo de restricción en cuanto al movimiento. No llevan correas, no hay vallas que les impidan salir de las casas, etc.
¿Qué ocurre entonces? La motivación del perro por su entorno disminuye puesto que tiene acceso ilimitado a este (no debemos olvidar que la motivación es directamente proporcional a la privación. Si no hay privación, no hay motivación y viceversa.).
Acceso limitado al guía: por otro lado, un propietario de un perro en Gambia no va a esperar a que su perro deje de hacer lo que esté haciendo para irse. Sencillamente, empezará a andar y se irá. Venga o no el perro detrás.
Esto provoca que el perro esté mucho más pendiente del guía ya que en cualquier momento puede desaparecer (aumentamos la privación y, en consecuencia, la motivación).
Además, no es habitual que las personas en Gambia estén constantemente brindando atenciones a sus perros (ya sea comida, juego, caricias…). Por lo que estas se convierten en un recurso de alto valor para los perros. «Cualquier oportunidad es buena para intentar obtener atención de mi propietario». El propietario se convierte en algo mucho más interesante para el perro que el entorno. Que el guía lo llame es lo mejor que le puede pasar al perro en el día.
Entonces, ¿Podemos sacar ideas para mejorar la llamada de nuestros perros? En efecto, os dejo aquí algunas de mis propuestas:
1. Proporcionar mayor acceso al entorno sin restricciones: buscar momentos para salir a la montaña o a sitios donde puedan estar libres de verdad, hacer excursiones con otros perros, utilizar correas largas para aumentar su sensación de libertad, etc.
2. Limitar el uso de los reforzadores a los momentos en los que realmente queramos reforzar alguna conducta: utilizar la dosis del pienso como premios, no estar constantemente acariciando a nuestro perro (incluso cuando este ni siquiera lo desea) o jugar con nuestro perro solo después de que haya realizado la conducta deseada, serían ejemplos de esto.
3. Buscar entornos donde poder trabajar la llamada sin miedo a dejar distancia a nuestro perro: hacer cambios de sentidos bruscos sin decirle nada, escondernos cuando este distraído, etc. son ejercicios que propiciarán que nuestro perro esté conectado con nosotros. Una mayor atención favorecerá una llamada más efectiva, dejando, incluso, de ser necesario llamar a nuestro perro para que este se mantenga cerca nuestro.
En resumen, seduzcamos a nuestro perro. Volvámonos interesantes reduciendo el nivel de atenciones que le proporcionamos y dándoles la libertad que necesitan.
Laura Saiz
CEO - Etóloga Veterinaria de Educanimals
Estamos deseando ayudaros a reconducir la relacion con vuestra mascota