¿POR QUÉ LADRAN LOS PERROS DE JARDÍN?

Hace poco que nos mudamos a una urbanización. Al llegar aquí mi hermano me preguntó, sorprendido, por qué los perros de estas casas ladran tantísimo cuando pasan personas o perros.

Dándole vueltas a la pregunta llegué a la siguiente teoría.

En la mayoría de los casos no se trata de un ladrido territorial, sino de un ladrido por frustración. Me explico.

Imaginad a un adorable cachorro, con sus infinitas ganas de relacionarse con todo el mundo, al que se le encierra en un jardín todo el día. Ante esa privación de contacto social su motivación por saludar a todo aquel que pasa aumenta con creces.

¿Qué sucede entonces? Cada vez que intenta relacionarse sus propósitos se ven frustrados porque una valla se lo impide.

Así pues se produce la siguiente asociación: individuo por la calle – impedimento de acercarme – frustración. Finalmente, el hecho de ver a alguien pasar genera frustración en este animal que se manifiesta en forma de ladridos u otras conductas (dar vueltas sobre si mismos, saltar repetitivamente contra la valla, etc.).

Una situación muy desagradable para el perro y para los transeúntes. Que, además, se podría evitar si, sencillamente, no se aislase al perro en el jardín y se le crease una buena zona de descanso para cuando se quede solo en casa.